Yaiza pasa una temporada en la finca de sus abuelos en Gran Canaria. Allà está en permanente contacto con la naturaleza y se hace amiga de Lisa, una lagartija muy especial que nunca sabe si marcharse o quedarse, si merendar o jugar. Con ella aprenderá las costumbres y los hábitos de un animal autóctono que hay que respetar y cuidar.