La venganza de los dinosaurios

Con La venganza de los dinosaurios Chai completa la selección de los mejores relatos de una de las mejores cuentistas vivas. Autora fundamental, tan genial como personalísima, y con una escritura obsesionada por dar cuenta tanto de las sensaciones corporales como de  las penas, los anhelos, y los vaivenes mentales de sus personajes, Deborah Eisenberg dedica un año entero a la escritura de cada uno de sus relatos. Un cuento de Eisenberg nunca es solo un cuento, sino más bien una condensación de múltiples capas y dimensiones textuales; una entidad que, a fuerza de maestría, en su densidad reluce con un brillo  único y con una tersura tan simple y tan compleja como la vida misma. Con La venganza de los dinosaurios Chai completa la selección de sus mejores relatos. ôPeligros como estosö retrata la enmarañada amistad, ambivalente pero al mismo tiempo inevitable, de dos jóvenes en Nueva York; ôCómo era verse con Chrisö aborda desde la inocencia cuestiones inquietantes; ôEl roboö profundiza sobre el desencanto de la adultez; ôSirenasö narra, desde una mirada infantil, cómo se hace pedazos una familia; ôLa venganza de los dinosauriosö disecciona la complejidad de los vínculos familiares; quizás ôEl crepúsculo de los superhéroesö sea el mejor cuento sobre el 11 de septiembre jamás escrito. En cada uno de estos relatos, la mirada  sagaz y sumamente singular de Eisenberg genera una extrañeza que resulta familiar, una excentricidad en la que uno se reconoce. Su maestría reside en la sutileza y habilidad con que se acerca al complejo núcleo vital de cada uno de sus personajes. El paso del tiempo, las dificultades y confusiones de los vínculos amorosos y el desconcierto frente a un mundo que parece estar derrumbándose son narrados por Deborah Eisenberg con ternura, humor y una lucidez fuera de serie.  "Deborah Eisenberg: una cuentista de novela".  RODRIGO FRESÁNôDeslumbrante. La voz tan única de Eisenberg y su maestría en el género la ponen al mismo nivel que espíritus afines como Gina Berriault, Alice Munro e incluso Chéjovö. TIME OUT NEW YORK  ôEn lugar de forzar sus personajes para que desarrollen de manera prolija y predecible, Deborah Eisenberg les permite crecer de manera orgánica y transformarse en narrativas extrañas, asimétricas, narrativas que poseen todos los giros sorprendentes y cambios arbitrarios de la vida realö. THE NEW YORK TIMES.