Descuento:
-5%Antes:
Despues:
15,11 €Cuando iba al instituto y jugaba en un equipo, no habÃa partido sin que se diera la siguiente situación. Un rival manejaba la pelota de espaldas a porterÃa y uno de nuestros defensas le encimaba. El entrenador le gritaba «sin falta». Nosotros le decÃamos «sin falta». Los padres desde la banda le ordenaban «sin falta». Pasaba un avión con una gran pancarta en la estela, donde se podÃa leer un bonito lema: «Sin falta». Nuestro defensa, evidentemente, terminaba haciendo falta. Y el entrenador se giraba al banquillo para blasfemar. Nosotros abrÃamos los brazos como inquiriéndole, pero, hombre, te estamos diciendo «sin falta». Los padres se iban a almorzar al bar. Nuestro defensa se encogÃa de hombros y protestaba con la boca pequeña. SabÃa que habÃa hecho falta, todos lo sabÃamos. SabÃa que no deberÃa haberla hecho, pero no lo podÃa evitar. La vida serÃa más fácil si no hiciéramos lo que sabemos que no hay que hacer, pero a menudo no lo podemos evitar.